29 agosto 2007

¡Cosas del misterioso agosto!

(foto Vigo noche)

Salimos de paseo para ver un acontecimiento anunciado, de un fenómeno que produciría un enrojecimiento en el cielo muy peculiar.

Para empezar, había nubes que aunque suaves nos ponían difícil el asunto, claro que a nosotros ni en los peores tiempos nos amilanó dificultad alguna, ¡como para achicarnos con unas nubecillas de nada!; tanto es así, que pude comprobar de reojo que la princesa, hacía unos gestos raros con su mano derecha indicando a una nube se apartara para que nos dejara ver la luna, que estaba llena, llena, a tope; y ¡la nube se apartó!. No empieces con brujerías princesa- le dije-, ambos apoyados en un muro junto a un museo, que por cierto aun no hemos visitado; muy cerca pude ver a una señora andando marcha atrás, asombrada por nuestra posición viendo al cielo; y que redundó en un saltito que la puso en posición de frente y apurando el paso, cuando oyó mi exigencia a princesa, en lo de la brujería.

Estaba guapa, vino con un chal blanco que realzaba su melena de rizos brujescos, y sus ojazos muy brillantes.

Después de comprobar que solo se trataba de la luna llena, caímos en la cuenta que el buscado fenómeno venía a ser una eclipse total producido en la madrugada anterior. Por cierto, esa precisa madrugada cogía a otros dos tortolitos la luna esplendorosa bajo sus efectos, a traición sin previo aviso.

La tostada de noche, muy buena.

¡Cosas del misterioso agosto!

Baldo
18. RGPI 03/2010/530