Hoy te he visto, la coleta, tus gafas de diseño, un vestidito precioso, medias gruesas caladas... Tu alegría, el hoyito de la cara, la voz atenuada.
¿Quién puede imaginar que tras esa apariencia firme y oscura, se esconde un ser tan sensible?, preocupada hasta el cansancio de hacer bien las cosas, dispuesta siempre a levantar el velo... Inflexible y dura ante la injusticia, fuerte y tolerante frente a la verdad.
Hablabas desenvuelta, con fuertes gesticulaciones, enfatizando el planteamiento de un asunto, con tus ojos achinados sonreías picarona, tenías a tu interlocutor parvo.
Y mientras tanto, la sala se iba llenando y la gente, impaciente, sus relojes mirando... No te hablé, una vez la toga puesta se impuso la distancia, otra vez será, mejor antes de las fiestas, ¿no?, ¡señoría!
Baldo (18.12.2007 22:48)