¡Ahí te han dado Amador!. Tocar tu libertad y darte una patada en la espinilla es lo mismo, eso la primera vez ¡claro!, porque a la segunda te vas y, no te encuentran seguro... Como criatura de Urano, que te regenta y da soltura, extravagancia y rebeldía, te adaptas y soportas la
imperinata pero, siempre basado en la tolerancia y la
libertad -divino tesoro-, tocar tu libertad es provocar la distancia, la absoluta desidia y la automática renuncia... Amigo Amador, estás perdido, si te privan de tu tesoro más querido... Verás, lo que realmente necesitas es un ser tolerante que trote por la vida amando y haciéndose querer, alegre y optimista, justamente otro bicho raro como tú.
La mañana ha sido cansada, la tarde de paseos, uno tras otro, sin burka ¡eh!, que no todo el mundo quiere que te escondas y circules por la vida afligido, como un taciturno amigo que ha de pasar desapercibido... Olvídate, sigue a tu ritmo que nada pasa, ¡ya ves! puedes fácilmente compaginar tus salidas al mundo cruel con quienes consienten tu libertad, ¿qué más quieres?... La verdad es que en compañía tan agradable, es muy difícil negarse a pasear, ya sean una, dos o más las veces que te inviten y, si además la conversación y los detalles se salen, qué decir, ¡mejor callar!
Pimientos, pollo y vino de Porto.
¡Qué voz tan bonita!, pena no ver esos ojos tan lindos que la damisela gasta, quizás tardes un poco en verlos pero, bien puedes imaginarlos, eso no se olvida. Otra cosa son sus besos, sus caricias, la expresión de su cara y el reflejo de luz tras su sonrisa... Cierra tus ojos, siéntate en la orilla del lago y fíjate... Ahí llega, ¿la notas?, es la brisa...
©Baldomero Gómez (Yo soy Galmier Zemog)
51. RGPI 03/2010/530